El rodaballo es considerado una verdadera exquisitez del mar. Este pescado es uno de los más costosos del mercado. Pues su carne es jugosa, no posee escamas, es rico en omega 3, vitamina B12 y minerales. Muchos cocineros profesionales alrededor del mundo han convertido al rodaballo en el protagonista de sus mejores recetas. Este delicioso pescado puede prepararse horneado, frito, guisado, asado y de mil formas. Pero antes de su cocción se requiere un proceso de limpieza especial. A continuación, descubrirás la forma correcta de limpiar un rodaballo y que resulta bastante sencilla.

Preparar un Rodaballo para el Horno

Muchas personas, al momento de cocinar un rodaballo lo adquieren limpio en la pescadería, pero otras prefieren prepararlos fresco, casi recién sacado del mar, porque lo consideran más sano y sabroso. Pero es importante saber cómo limpiarlo correctamente, de lo contrario este proceso puede ser complicado. Solo debes seguir estos pasos:

En primer lugar, debes lavar bien el rodaballo en un recipiente con agua fría para retirar todas las impurezas. Corta la cola del rodaballo y con un cuchillo bien afilado trata de levantar la piel de la cola del rodaballo. Al levantar la piel debes retirarla con tus manos, y una vez eliminada toda la piel del rodaballo podrás proceder a retirar sus vísceras haciendo un pequeño corte horizontal en su parte inferior. Saca todas las vísceras del rodaballo y lávalo con agua fría hasta que ya no salga sangre. Haz un corte lateral desde la cabeza a la cola del rodaballo y listo. Si deseas puedes cortar el rodaballo en filetes, también puedes dejarlo entero, esto dependerá de tu gusto. Puedes adobarlo con pimienta, sal, orégano, ajo y limón, dejándolo reposar en el refrigerador 15 minutos antes de hornearlo.

Preparar un Rodaballo de Ración

Todo rodaballo se caracteriza por su forma de rombo, pero lo que destaca a un rodaballo de ración es su peso. Generalmente un rodaballo tiene un peso de 1,5 kilos, pero un rodaballo de ración se encuentra alrededor de los 500 gramos. El color de estos peces es variable, depende de su especie.

Limpiar un rodaballo de ración es muy fácil, solo debes asegurarte de tener a la mano un cuchillo bien afilado, un limón y el rodaballo. Lava el rodaballo con agua fría y pon a escaldar el área la cola del rodaballo, sujetando el cuerpo de este con una pinza. Cuando la piel de la cola se levante, lo puedes sacar de la olla de escaldado. Retira toda la piel del rodaballo de la cola a la cabeza. Realiza un corte horizontal en el vientre del rodaballo y sacar las vísceras de este. Si quieres, retira la cola y espina dorsal del rodaballo. Lava el pescado con una mezcla de agua fría y limón. Déjalo escurrir bien y después realiza pequeños cortes en sus partes laterales. Sazona y cocina tu rodaballo como mejor gustes.