Los beneficios de incluir marisco en tu dieta

Nadie puede negarse a un buen plato de marisco, porque todo buen aperitivo también sube de categoría al añadirle este producto de calidad. Y es que tanto solo como acompañado, además de sabroso, el marisco aporta numerosos beneficios para la salud. Está claro que es un sello de lujo y calidad, pero es que, además, el marico posee numerosos beneficios: Fuente de proteínas: al ser un alimento de origen animal, aporta proteínas de alto valor biológico, ya que tiene aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede fabricar por sí solo y necesita para construir tejidos y ejecutar los procesos vitales.

Por ello, es ideal para dietas deportistas ya que sus proteínas favorecen la recuperación muscular. Bajo en grasa: el marisco contiene un nivel muy bajo de calorías y grasas, siendo estas últimas inferiores al 2%. Esto hace que este alimento sea perfectamente apto para dietas de adelgazamiento ya que, al ser también rico en proteínas, produce un efecto saciante. Alta densidad nutritiva: las conservas de marisco concentran multitud de nutrientes beneficiosos para la salud, que ayudan a mantener una dieta y estado de salud óptimo. Entre ellos destacan minerales como el yodo, hierro, potasio, sodio, magnesio y calcio, que ayudan a prevenir anemias, favorecen el buen funcionamiento del tiroides y del cerebro y contribuyen a mantener la densidad y salud de huesos y dientes. Estas son solo algunas de las características organolépticas de los mariscos. A éstas hay que sumar el gran aporte de vitaminas, que termina de complementar todos los beneficios anteriores.

Las vitaminas de los mariscos son particularmente valiosas, pero veamos de cuáles se tratan. Vitamina E: posee una función antioxidante, que protege al cuerpo contra los daños de los radicales libres. Es uno de los beneficios del marisco y también ayuda a estimular el sistema inmune para combatir virus y bacterias. Vitaminas del grupo B: en todos los tipos de marisco son solubles en agua, por lo que el cuerpo no las almacena y ha de obtenerlas de la dieta. Ayudan al metabolismo de las células, obtención de energía y recuperación del ADN entre otras cosas. En especial destaca la vitamina B12, la cual juega un papel esencial en la función neurológica y la vitamina B9 o ácido fólico, el cual es esencial en la dieta de las mujeres embarazadas. Vitamina A: es una vitamina liposoluble presente de forma natural en los alimentos. Contribuye al mantenimiento de la visión normal, el sistema inmune y la reproducción, así como al buen funcionamiento de órganos como el corazón, los pulmones o los riñones.

Siempre que no haya problemas como alergias, la oportunidad de abastecernos de vitaminas, minerales y oligoelementos procedentes del mar es interesante, sobre todo porque cada uno de los distintos tipos de marisco tiene su punto fuerte. Los más populares en nuestra cocina son los moluscos y crustáceos como mejillones, almejas o berberechos. Ahora vamos a profundizar en los otros nutrientes esenciales que contiene el marisco. Proteína: Ya lo hemos mencionado antes, pero los mariscos se encuentran entre las mejores fuentes dietéticas de proteínas, con un contenido que varía de 9 a 20 gramos por cada 100 gramos, equivalente al del pescado y la carne. Por ejemplo, 100 gramos de carne de almeja aportan unos 15,5 gramos de proteína al organismo. Y estas proteínas son especialmente digeribles. Gracias a este contenido en proteínas, los mariscos son un alimento saciante, es decir, nos permiten aguantar varias horas sin pasar hambre.

Ácidos grasos omega 3: los mariscos son muy bajos en grasas saturadas y relativamente altos en omega 3, en concreto, ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido decosahexaenoico (DHA), involucrados en la función de las células nerviosas y la regulación de la inflamación. Ricos en nutrientes, sales minerales y oligoelementos: los mariscos son una importante fuente de minerales como el magnesio, hierro, fósforo, calcio, selenio (100 gramos de mejillón son suficientes para cubrir el 100% de selenio), yodo, cobre, zinc, etc. Los berberechos, las ostras y los mejillones también contienen hierro, y el pulpo, el calamar, la langosta, las gambas y los mejillones contienen selenio. La mayoría de los mariscos además también contienen el 10% de la cantidad diaria recomendada de potasio por cada 100 gramos.

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