La Semana Santa se celebra este año del 17 al 20 de abril y durante esta celebración la Iglesia Católica pide no comer carnes rojas a sus fieles, especialmente el Viernes Santo, por lo que se recomienda comer pescado. A lo largo de este período, los creyentes hacen una introspección y limpieza espiritual, que viene con un período de penitencia. Al mismo tiempo, realizan jornadas de ayuno y abstinencia en conmemoración al sufrimiento de Jesús de Nazaret antes a ser crucificado. El hecho de no comer carne y en su lugar comer pescado es interpretado como una jornada de penitencia y una vía para unificar un ritual. Este sacrificio personal está conectado a otras acciones, valores, como el perdón, la paciencia, la empatía y la ayuda hacia los demás.
Surgió como una costumbre de los fieles católicos de abstenerse de comer carne durante esta Semana a comienzos de nacimiento de la Iglesia. Lo que se sugería era comer pescado, ya que la gente no tenía dinero para comer carne, un alimento de lujo que solo podía ser consumido en grandes celebraciones. Y si hay un pescado que domina la gastronomía de Semana Santa en España, ese es, sin duda, el bacalao. Su historia en la península se remonta a siglos atrás, cuando su conservación en sal permitía disponer de un alimento nutritivo y duradero en tiempos de escasez. Su versatilidad y sabor lo han convertido en el protagonista de muchas recetas tradicionales de estas fechas.
Cómo nos gusta servirte el Pescado para Semana Santa
A la hora de venderte nuestra variedad de pescados, nos fijamos en el aspecto de la piel: los colores deben ser vivos, tornasolados y sin decoloración. Es decir, no deben ser apagados o sin brillo. También en el aspecto de los ojos: deben estar sobresalientes, brillantes y con la pupila negra. No deben verse hundidos, grises o viscosos. Por último, el aspecto de la carne debe ser firme, translúcida y de superficie lisa. Es decir, ni flácida, ni opaca o rugosa. Además, nosotros valoramos otros aspectos que pueden pasar desapercibidos, pero son una práctica que llevamos a rajatabla. Nuestra pescadería es está siempre limpia, el agua de deshielo de las mesadas escurre correctamente y nuestro local no tiene olores desagradables. Es por eso que nuestro pescado fresco no tiene el típico “olor a pescado”, porque un producto que “huele mal” es que ya ha iniciado su proceso de descomposición.
En cuanto al orden, nos gusta que los pescados enteros no estén muy juntos, ni amontonados. Cuando lo pides a domicilio queremos que te llegue en perfecto estado, y si queda un poco lejos de nuestro local 😉 utilizamos vehículos que lo te llevan refrigerado. La mejor manera de conservar el pescado cuando llegue a tu casa es conservarlo en la nevera, en envases cerrados que eviten la transmisión del olor al resto de los productos, y ubicarlos en los estantes más bajos disponibles.