Dos entrantes de verano muy ligeros

Muchas veces os hemos contado que el marisco es uno de los productos de mar que más nos gusta. Obviamente, sabemos que no siempre puede llegar a la mesa porque no sea temporada de ciertos géneros, pero tenemos la suerte de que los mejillones suelen estar a mano y con un precio razonable. Son uno de los productos que más nos pierden, porque sirven para una entrada perfecta de otros platos. Además de estar deliciosos, los mejillones son muy versátiles: permiten prepararlos de mil maneras diferentes. Hoy traemos unos mejillones en una salsa que a más de uno le hará echar mano del pan: mejillones en salsa de sidra. Los ingredientes son: un kilo de mejillones; una cebolla; un diente de ajo; una cucharada y media de harina; un vaso de sidra natural; sal; tres cucharadas de aceite de oliva y un poco de perejil fresco picado.

Lo primero que vamos a hacer es limpiar bien los mejillones, quitándoles las barbas y las impurezas pegadas a las cáscaras. Los ponemos en una cazuela tapada y los ponemos al fuego 3 minutos hasta que se abran. Los retiramos a un plato (desechamos los que no se hayan abierto) y colamos el líquido de cocción. Picamos finamente la cebolla y el ajo y lo ponemos junto con el aceite en una cazuela. Añadimos una pizca de sal y dejamos rehogar a fuego medio durante 5 minutos, hasta que la cebolla esté transparente. Añadimos la harina, la cocinamos un minuto y añadimos la sidra. Vamos batiendo bien con la varilla o una espátula para que no se formen grumos y añadimos un poco más de caldo de cocción de los mejillones, hasta que la salsa tenga la textura que nos guste. Añadimos el perejil picado y los mejillones abiertos, mezclamos todo bien y servimos bien caliente con mucho pan para mojar. Nosotros usamos sidra vasca, pero podríamos usar sidra asturiana. En cualquier caso, os recomendamos que uséis una sidra natural y no achampanada. Para los que os gusta darle un «twist» a todo, una cayena le daría un toque picantito a estos mejillones en salsa de sidra que también le iría muy bien.

Otra de las recetas que os proponemos hoy también es bastante ligera. Se trata de un tartar de salmón con manzana ácida. Os aseguramos que hemos comido muchos tartares, pero éste lo hemos visto en Portugal y nos ha parecido espectacular. El toque de la manzana es perfecto y hace que los sabores mariden perfectamente. Los ingredientes son: un lomo de salmón (150 grms); un cuarto de manzana verde ácida; un cuarto de cebolla roja; una cucharada de aceite de oliva; dos cucharadas de salsa de soja y dos cucharadas de zumo de lima o de limón. Lo que si os recomendamos es que los ingredientes sean de muy buena calidad, tanto el salmón como la manzana, deben ser bastante frescos, ya que es un plato que no requiere cocción y los sabores tienen que ser muy directos y muy puros.

Es recomendable meter el salmón en el congelador durante 20 ó 30 minutos antes de cortarlo, para que resulte más sencillo. Después, le quitamos la piel y las espinas del lomo, lo cortamos en cuadrados de tamaño uniforme. Picamos finamente la cebolla roja y en dados pequeños la manzana verde (con piel). Ponemos todo junto en un bol y aliñamos: echamos la soja, el aceite y el zumo. Mezclamos bien y probamos por si es necesario rectificar. Dejamos macerar 10 minutos y servimos: podemos servirlo tal cual en un plato hondo o emplatarlo con ayuda de un aro. Servimos acompañado de unas tostadas y listo. Es importante que no lo dejemos demasiado macerar para que el salmón no se pase de cocción. Si queréis, podéis dejar todos los elementos picados (el salmón, la cebolla y la manzana, esta última con unas gotas de limón para que no se oxide y se ponga oscura) y justo en el momento de servir aliñarlo. Y de nuevo, para los que os gusta darle un punto picante a los platos, podéis añadir unas gotas de tabasco o de mostaza.

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